La vida consiste en abrir los pomos de las puertas que te ofrece.
Cuando naces, cuando investigas, cuando vas al cole, cuando haces amigos pero también cuando los pierdes, cuando cambias, cuando maduras, cuando andas, cuando respiras, cuando vives.
Te enseña a saber abrirlos, pero también a arreglar esos pomos para poder abrir puertas nuevas. Quizá de miedo exponerse a nuevas situaciones, a nuevas personas.
Con esto, no quiero llegar a ningún sitio, ni lugar en concreto, porque esto no entiende ni de tiempo ni de distancias. Ni de horas, ni de minutos, ni de segundos. Los pomos se abren cuando uno esta preparado para abrirlos, cuando el destino quiera que los abras.
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