sábado, 3 de noviembre de 2012

No tenías que haber aparecido en mi vida.

No puedo seguir buscando tu aroma en el viento y no puedo mentir en lo que siento.
Sufro en este silencio,  prisionera de tus labios. 
Sufro por ti, estoy confusa y me ahogo en mis propias lágrimas. 
Noches conversando y todo cambia en una simple noche, yo no puedo llegar a entender nada, todo me parecía perfecto cuando me dabas un simple abrazo y ahora parece que todo se desvanece.
Se acabó lo nuestro, lo poco que teníamos. Mis labios no te ofrecían lo que querías.
No creo que sea fácil cambiar de libro o pasar página, pero ya que está todo claro habrá que intentarlo a un que te lleve conmigo siempre. 
Amistad es lo único que me queda contigo y creo que también lo perdí. 

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